Como es lógico no tienen muy claro el concepto de lo que es posar por lo que es muy difícil conseguir que estén quietos durante un tiempo suficiente como para poder retratarlos decentemente. Y más aún si nuestra intención es hacer apuntes más detallados, lo que requiere más tiempo de posado inmóvil.

A tal efecto pensé en una ruta donde hubiera animales que no fueran muy activos y que nos permitieran cumplir con nuestro cometido.

La primera parada fue en la zona de los pingüinos, tuvimos suerte sobre todo con uno de ellos que se quedó mirándonos fijamente posando durante un buen rato. El resto nos valió para hacer apuntes rápidos durante un buen rato.

A continuación tenía pensado un animal grande con una textura muy distinta a la anterior. Cual fue nuestra sorpresa al encontrarnos al rinoceronte indio dándose un baño muy cercano al borde de su recinto: posado perfecto.

Tras dibujar plumas y piel rugosa nos faltaba el pelaje. Casualmente nos pilló la hora de comer de los pandas. Tan tranquilos y comilones seguro que se están quietos y los podemos retratar bien. Pues así fue, pero pudimos comprobar que no les gusta mucho que les vean comer, pues al poco de empezar les dió a todos por darnos la espalda.

Aún así dio tiempo a algún boceto rápido y sin detallar.

En definitiva, los animales y el dibujo son factores impredecibles de emparejar.