«Emerald Twiligth: El ocaso de Hal Jordan» por Pedro Angosto
«Emerald Twiligth: El ocaso de Hal Jordan» por Pedro Angosto
No hay dos sin tres y como anunciaba la propia DC: “Tras matar a Superman y quebrar a Batman es el turno de Green Lantern”.
De todos los personajes icónicos de DC, Hal Jordan es el que tuvo una peor etapa post-Crisis.
El grupo de Green Lantern Corps terrestre pronto se deshizo, su protagonismo en el Universo DC lo tomó el “graciosillo” de Guy Gardner y el personaje pronto se encontró sin serie propia, sin dirección…
Una nueva oportunidad llegó quizás demasiado tarde y un primer intento de convertirlo en franquicia, con varias series integradas en su línea, pronto se descubrió como nada rentable.
Durante el proceso, a la vez que las filas de los Corps se renovaban con nuevos miembros, a alguien se le ocurrió poner CANAS a Hal Jordan, para mostrar que el tiempo había pasado desde los años ’60 y que ya no era el héroe novato de entonces.
La reacción de algún directivo no se hizo de rogar: pronto llegó un edicto que convertía a Jordan en un héroe caduco, a los Corps en un concepto repetitivo y la orden era clara: había que quitarlo de en medio y crear un nuevo Green Lantern, juvenil, accesible y EL ÚNICO POSEEDOR DE UN ANILLO VERDE en todo el Universo.
Todo ello podía ser comprensible, pero el modo en el que se hizo no pudo ser peor.
Se escogió convertir a Hal Jordan en un villano, hacer que la destrucción de Coast City por Mongul le hiciese perder la cabeza y obsesionado con revertir ese momento y reconstruir su mundo, comenzó a luchar contra sus propios compañeros y recolectar sus anillos.
No sólo eso, sino que enfrentado a Sinestro (a quienes los Guardianes del Universo acudieron para detenerlo), LO MATÓ ROMPIÉNDOLE EL CUELLO.
Ya se había cargado a varios Corps, no era tan grave.
Por último, Jordan destruyó a los Guardianes y la Linterna Central de Oa, absorviendo todo su poder y convrtiéndose en Parallax. Su desastrosa historia continuaría en los eventos Zero Hour y Final Night…
Ganthet, último de los Guardianes, eligiría al joven artista neoyorquino Kyle Rayner como nuevo y último Green Lantern.
A diferencia de las aventuras de Superman y Batman, los fans odiarían esta aventura.
No es que Rayner tuviese nada de malo, era contemporáneo de otros héroes que se habían renovado con éxito, pero la manera en que se trató a Jordan y a los mismos Corps no era ni mucho menos de recibo.
Desde el comienzo existió un movimiento de fans que clamaba por el retorno de Jordan y de los Green Lantern Corps, aunque quizás por no estar tan extendido el uso de internet no lograrían causar el suficiente revuelo.
Con los años, Kyle Rayner se convirtió en un más que digno sucesor, según su mundo fue absorbiendo y corrigiendo las historias y personajes del pasado y según el destino de Hal Jordan fue redimiéndose, muriendo heroicamente y regresando más tarde como la nueva encarnación del Espectro…
Irónicamente, para cuando Kyle Rayner se hizo, como Wally West, con el respeto de los lectores, la directiva de DC decidió en dirección contraria: era hora de volver a las versiones icónicas y Hal Jordan debía resucitar.
Y en ese eterno juego se desarrolla la industria y las historias de los superhéroes, muriendo y resucitando según los caprichos editoriales.
Por completar la crónica, Wonder Woman también fue sustituida por una nueva amazona que adoptó su uniforme, aunque Diana pronto recuperaría su puesto.
Si algo estaba ya claro, es que no todos los cambios, los reboots y las renovaciones funcionan ni permanecen.
- ¿Quieres leer el artículo de Pedro en el que nos habla de Alan Moore?
- Y aquí puedes leer su artículo titulado La nueva DC Post-crisis: donde vivían las leyendas
- Y también estuvo en Academia C10, ¿quieres verlo?