El color blanco, cuando hablamos de la técnica de lápices de color, nos suele representar un problema parecido al del negro.

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Por un lado apaga los colores con los que lo mezclamos (aunque en menos medida que el negro) y por otro nos crea una película sobre el papel que no nos permite aplicar más lápiz sobre su superficie.

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El truco está en usar otras técnicas que sí agarren en el papel, como ya explicamos en una entrada anterior. Pero también hay que saber sacar pequeños matices dentro de una gama de color muy clara.

Todo esto lo podemos apreciar en el zorro realizado por David.

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